Nunca una declaración de infidelidad dio
más veces la vuelta al mundo vinculada a una frase que se hizo mundialmente
famosa gracias a la canción El jardín prohibido: “Lo siento mucho la vida es así, no la he
inventado yo”. Mensaje demoledor y cínico
que, en la voz cálida y aspecto de chico bueno de Giacobbe, fue un cóctel
molotov con una potencia tan sublime y genuina, como para consagrarse una obra
de arte. No en vano ha sido mil veces versionada y es conocida, y reconocida, internacionalmente.
Estamos a finales de los 70 y la moda,
implacable, impone baladas románticas y bailes pegados.
Corre el verano del 76 y una canción
destaca por encima del resto; El jardín prohibido magníficamente interpretada por el
italiano Sandro Giacobbe, se nos cuela en el corazón por la puerta grande.
Ese mismo año logra el tercer puesto con la canción Gli occhi di tua madre en el Festival de San Remo y gana la Góndola de oro con su canción Yo prisionero, como el disco más vendido.
“Signora mia”, “Sarà la nostalgia”,
“Bimba” o “Io vorrey” son
algunos de sus grandes temas que llegaron a lo más alto en las listas de los
más vendidos.
Ahora, junto con su esposa la también
cantante Marina Peroni, recorre el mundo con los temas de siempre y con nuevas
composiciones, algunas de ellas cantadas conjuntamente como las maravillosas
canciones E’ Lei o Ali per volare que presentarán por primera vez en los
escenarios españoles.
Foto: Sandro, Marina y yo misma en Octubre de 2019 en España. |
3.-Todos, sin excepción, añoramos algo de tiempos pretéritos. ¿Qué traería Sandro Giacobbe de regreso a nuestra sociedad actual?
«La sociedad actual es muy veloz. Internet nos ha cambiado la vida, queramos o no. Ahora hacemos cosas que hace unos años eran impensables. Esta misma entrevista que me estás haciendo en tiempo real, es un ejemplo. Es la parte buena de la globalización, pero hay otra que no es tan buena. Ahora vas a un restaurante y ves un matrimonio cenando con sus dos hijos, ya grandecitos, y cada uno está absorto en su teléfono móvil. Sin mirarse a los ojos, sin una conversación...Eso crea mucha desunión. Ahora prima lo material y la inmediatez en todo. Por eso a tu pregunta yo te contesto que traería de vuelta la serenidad, la tranquilidad, el disfrutar de las pequeñas cosas. Antes teníamos menos, pero éramos más felices. O, al menos, yo lo percibo así».
4.- Cuando uno llega a lo más alto en la cota de popularidad, como es tu caso, ¿cuál es la fórmula para domesticar el ego y no terminar siendo engullido por la vanidad?
«Yo he vivido momentos increíbles de popularidad y éxito en todo el mundo, pero siempre supe que todo era efímero. Hay que repetirse cada día que no eres ni el único ni el mejor, algo que te ayuda a mantener los pies en la tierra y la cabeza sobre los hombros.
Cada día que amanece debes trabajar con la convicción de que es un examen diario. Es algo que siempre ha estado presente en mi forma de ser. También no hay abandonar nunca la humildad porque uno no sabe qué le depara cada día».
5.- Vivimos en un mundo en que nos conmueve una película o una canción hasta el punto de llorar y, sin embargo, cada vez empatizamos menos con los problemas reales y cercanos. Nos ha tocado la era de la comunicación y somos capaces de ignorar que nuestro vecino de puerta se muere de tristeza, de inanición o de sufrimiento, permaneciendo completamente ajenos a esa orfandad. ¿Cómo explicas esto y qué haces tú a nivel individual para combatirlo?
«Es frecuente en nuestra sociedad actual no pensar en lo que le ocurre a la gente. Te voy a contar una anécdota que me ocurrió hace poco y que resume claramente lo que me preguntas. Un día hablando con mi carnicero me dijo que unos días atrás se había ido la luz de su casa. No sabía si era solo en la suya o era general, así que bajó un piso más abajo y se encontró con una vecina que también había salido al rellano por el mismo motivo. Llevaban años viviendo en el mismo edificio y era la primera vez que hablaban. Tremendo, pero así es. La fatalidad de la luz los unió para saber de la existencia el uno del otro.
Yo colaboro con un equipo de fútbol para niños y jóvenes desde hace 40 años y realizamos muchas acciones solidarias, pero al margen de esta actividad soy una persona a la que le gusta hablar con la gente y también escuchar. Me gusta entrar en los sitios y decir en voz alta y alegre; "Hola, ¿cómo estáis? Probad y veréis como cambia la actitud de la personas cuando llevamos a cabo gestos tan simples como sonreír o saludar».
6.- Estoy segura de que la música te ha dado, y te seguirá brindando momentos únicos y felices. Pero me gustaría que me contaras esa otra parte menos amable, la que se esconde en la trastienda de cualquier profesión.
«Yo empecé a cantar con 15 años y con 24 me llegó el éxito. Son 45 años de carrera y tienes que estar preparado para todo. Para que tus canciones pasen de moda, para que lleguen las nuevas generaciones con el rap y el reggaeton y todas esas cosas que yo no escucho, pero que ahora arrasan. En la música, como en todas las profesiones relacionadas con la creatividad o el arte, hay muchas subidas y bajadas que hay que saber gestionar».
7.- Nadie imaginó jamás vivir una pandemia como la que estamos viviendo. ¿De qué manera te ha afectado a nivel personal y profesional, y qué lecciones has aprendido de ella?
«Claro, ¡quién iba a pensar que viviríamos algo así! Nadie, absolutamente nadie. Tenía una agenda plagada de proyectos que se han visto cancelados o aparcados por esta pandemia universal. Mi último concierto fue en Costa Rica hace justo un año y desde entonces no he hecho nada. Bueno, nada no. He aprovechado para componer, pero lo que queremos los artistas es actuar. Nosotros vivimos de la música y lo necesitamos para vivir aunque algunos crean que la gente del espectáculo no lo necesitamos; no vivimos del aire. Estamos haciendo muchos sacrificios con la esperanza de volver a tener una normalidad. Estoy seguro de que en breve lo conseguiremos».
8.- ¿Cómo es Sandro Giacobbe cuando baja el telón y se queda a solas consigo mismo?
«Soy la misma persona sobre el escenario que cuando bajo de él. No tengo una doble personalidad. Soy el mismo con idénticas ganas de vivir, de reír o de ponerme triste cuando las cosas no me gustan».
Puede que algún lector al llegar a esta pregunta piense que la respuesta que da es la políticamente correcta, pero no es así. En otoño de 2019 tuve el placer de organizar junto con mi socio la gira de Sandro por nuestro país y comprobé en primera persona lo "normal" que es. Un tipo agradable, educado, cercano, pendiente de sus músicos y de los pequeños detalles, y siempre con una sonrisa en los labios. No es imposible, pero sí raro, encontrar a artistas de la talla de Giacobbe a los que el divismo no se les haya subido a la cabeza. Sandro es una de esas excepciones, y se agradece. Trabajar con él se convierte en una tarea amena, fácil y creativa.
9.- ¿A quién conoces tú que debería entrevistar yo?
«Susana, yo creo que tú puedes entrevistar a cualquiera porque tienes una personalidad muy marcada, desbordas inteligencia y una forma de plantear las preguntas muy especial, pero prueba a entrevistar a un gran amigo mío que se llama Mikel Barsa; igual te sorprendes y te cuenta cosas que nunca le contó a nadie».
Foto: Sandro, Marina Mikel y yo durante la campaña de promoción en Madrid. Octubre de 2019. |
Carcajadas varias. Pienso que entrevistaría con muchísimo gusto a Mikel, pero de sobra sé que no me contaría nada de lo que, tanto yo como los lectores, querrían saber. Por este motivo hace tiempo que desistí de este empeño. Aunque no es menos cierto que off de record me ha hecho partícipe de muchos secretos del mundo musical sobre artistas muy conocidos que, probablemente, nunca podré desvelar. Seré por siempre garante de esas golosas confidencias y sé con certeza que muchos "me envidiarán" por conocerlas. (Me río por dentro).
10.- Aquí voy a ser reiterativa, pero es inevitable preguntarte por esa canción que ya forma parte de ese grupo privilegiado de temas que trascienden y que vuelan por ahí con vida propia. Jardín prohibido no sé si nació con vocación de ganadora, pero lo cierto es que casi cincuenta años después sigue tan viva como el primer día; no creo que haya nadie en el mundo de cualquier edad que no la conozca. La vida es así, no la he inventado yo, frase celebérrima que ya ha pasado a la historia para justificar casi cualquier cosa. Qué supone para ti esa canción, ¿un lastre, un listón, una meta que superar? O por el contrario ¿es algo que todo cantante querría en su palmarés?
«Hay canciones que uno no sabe por qué han tenido tanto éxito y sobreviven al paso del tiempo y de las modas. Yo cantaba esta canción en italiano en 1975. Un periodista de Barcelona, que estaba en Italia de vacaciones, la escuchó, le gustó y la empezó a poner en Radio Cataluña. Los oyentes empezaron a llamar a la radio interesándose por ella. Él se puso en contacto con mi casa discográfica y les propuso hacer una versión en español que yo grabé, y a partir de ahí ya es historia. El éxito fue tremendo y totalmente insospechado. Nunca pensé que llegaría a ser lo que ha sido y es. Entró directa al corazón de los españoles, así que yo le estoy muy agradecido».
11.- Has sido un hombre que en su juventud has rozado la perfección física, yo diría que has sido hasta demasiado guapo, si es que eso es posible, y triunfabas arrolladoramente entre las mujeres.
¿Cómo llevas el hecho de dejar atrás esa época y sumar años en
el calendario, con lo que eso conlleva? ¿La madurez ha transformado tu visión
del amor?
«Seguramente el atractivo físico ligado a la popularidad (y cantando canciones de amor) ha sido un buen cóctel para tener éxito entre las mujeres. Nunca me ha faltado el amor. Ni mucho menos reniego de ello, todo lo contrario. He amado mucho, siempre con total respeto a la persona que estaba a mi lado en cada momento. Pero el tiempo pasa y ahora estoy muy feliz y tranquilo con la mujer que me acompaña desde hace 11 años, Marina».
12.- Cuéntame algo que no hayas contado antes en otra entrevista.
«Yo tenía un amigo cuando no era famoso. Cantábamos juntos en un local de Génova. Se llamaba Enzo y él estaba siempre a mi lado compartiendo las emociones de las canciones, haciendo giras, viajando en coche con chicas...En definitiva compartiendo todas las experiencias vitales que comparten los amigos. De repente sale mi canción Señora Mía, mi primer gran éxito y a él le llaman para hacer el servicio militar. Una noche él estaba de guardia y sonaba esa canción; le hizo llorar de alegría al pensar que yo, su amigo, estaba triunfando. Años más tarde, le localizo y me atiende al teléfono una señora que era su mujer y le cuento que hace mucho que no sé nada de él y que me gustaría recuperar su amistad y, tal vez, incorporarle a mi banda de músicos. La mujer me pidió que, por favor, no volviera a llamar porque él ahora estaba casado y tenía otras responsabilidades. Y así lo hice».
13.- Qué cosas sacan de quicio a Sandro Giacobbe.
14.- ¿Qué lugar ocupa en tu vida la familia y, especialmente, el amor?
«El amor ocupa un lugar privilegiado en mi vida. La familia es un pilar básico que es necesario construir. Y eso te aporta mucha satisfacción».
15.- Las redes sociales han democratizado el talento, pero esas mismas consiguen que la mediocridad brille más que nunca. ¿Qué uso le das a las redes y qué beneficios e inconvenientes encuentras en ellas?
«Las redes suponen una facilidad para muchos artistas que empiezan y te dan una visibilidad, al igual que los programas de televisión de nuevos talentos. Eso antes no existía y es una ventaja. Pero de la misma manera hay artistas que por esa vía tienen de repente un éxito fulgurante y al año o los dos años, nadie se acuerda de ellos. Eso, para una persona muy joven puede ser fatal, difícil de digerir y, en muchos casos, con consecuencias devastadoras».
16.- ¿Eres el adulto con
el que soñabas ser de niño?
«Aquí en esta pregunta que me planteas hay un error terrible; yo nunca seré adulto, siempre me quedaré en niño».
17.- ¿Qué papel ocupa la mujer en tu vida y cuál crees que es el que debería ocupar en la sociedad?
«En mi vida personal, Marina es tremendamente importante. Vivimos juntos y hacemos muchas cosas juntos. Pero yo la animo hacer su vida y lo que le guste. Ella no había ido a universidad y ahora ha terminado una carrera. La mujer tiene que estar al mismo nivel que los hombres. No son inferiores, están capacitadas para hacer todo lo que hacemos los hombres. Así que...¡vivan las mujeres!».
Sandro y su mujer Marina durante el concierto en España en otoño de 2019. |
18.- No podrías vivir sin…
«No podría vivir sin ser positivo, sin el optimismo».
19.- Qué música escuchas en tus momentos íntimos por placer, no
por “espiar” a la competencia o porque sea lo que machaconamente suene en todas
partes al margen de su calidad.
«Hasta hace unos años tenía una obsesión; todo lo que tuviera que ver con la música tenía que escucharlo. Iba a conciertos, a festivales, compraba discos... porque necesitaba tener un juicio personal de todo que salía nuevo al mercado y el deseo de estar siempre al tanto de la actualidad, de no perderme nada y con ello quedarme atrás. Ahora soy mucho más selectivo porque la música ha cambiado demasiado. Muchos de los artistas que me gustaban ya no están o se han retirado y abunda más la música que no me gusta que la que sí. En casa ya solo escucho lo que me apetece y para mantenerme al día pongo la radio cuando voy en el coche».
Sandro y Marina con mis libros en Madrid. |
https://youtu.be/CyLg_XspnsA
https://youtu.be/6OxwxqQ8jzk
Entrevista fantastica!!!A una gran persona y mejor artista. Gracias guapa
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarGrande entrevista, ya que la mayoría de las entrevistas le preguntan siempre lo mismo
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