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jueves, 3 de marzo de 2016

REIVINDICACIÓN DEL AMOR....CANALLA, OF COURSE



(Entrar en los dominios donde reina la escritura de Susana Cañil es adentrarse en la estancia de una sensibilidad personalísima y libérrima como pocas. Parafraseando la canción aquella de Víctor Manuel, diríamos, sí, que es fácil prendarse con esta mujer, con su escritura, pisar por donde pone el pie... y escribir donde pone ella la mano. Por ello es una extraordinaria mezcla de honor y placer hallarse aquí, Susana Cañil)  

REIVINDICACIÓN DEL AMOR....CANALLA, OF COURSE.
Por José Antonio del Pozo

Reivindicar siempre el Amor, claro que sí, pero el Amor no como recurso de postalita cursilonga, no como reclamo de Grandes Almacenes para el Día E, no como cascarón vacío para galanterías trasnochadas, no como receptáculo sobre el que verter el coágulo almidonado de frases e imágenes tan grandilocuentes como falsas; el amor como el más noble impulso de la atracción, el amor como la expresión arrobada del cariño, la delicadeza y la ternura, como ilusión desaforada que trastorna las mentes y complica la vida de las personas, que las engrandece y enaltece como ninguna otra cosa, el amor verdadero como división sagrada del alma, como dimensión elevada y pura de la excelencia, el amor como coloreada pulsión que nos hace mejores de lo que somos, el amor como ese mágico elixir que nos lleva, para trascenderla, a olvidar la vida gris, es decir, a olvidar la muerte, a de alguna manera derrotarla, el amor humano, a menudo tornasolado, claro es,  con los jirones de lo canalla, pues no somos los humanos, ay, ni del todo ángeles, ni demonios, simplemente humanos, demasiado humanos, aunque el Amor, de eso estamos seguros, casi siempre saca lo mejor de nosotros mismos; el descubrimiento del amor, cuando brota como flor de una pureza luego ya inalcanzable, y el amor al asalto, esa navaja al corazón a la vuelta imprevista de una esquina también. Reivindicar así el amor, sí.

2 comentarios:

  1. Lo dicho, grande Escritora, fue todo un honor, entremezclado con placer alrededor de tu candor, este dulce quehacer que me traje con vos. Merci beaucoup, Susana

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  2. Quizá el amor, en cualquier de sus vertientes, sea la única virtud del ser humano por el que merezca la salvación, cualquiera que sea ésta. Pero ha de ser un amor explosivo. No digo en plan alocado-mojabragas-seguidora-de-Pablo-Alborán (lo nombro para hacerte rabiar). Un amor que no tenga como contrapartida el odio hacia aquellos que no amamos. No vale un poco de amor y todo lo demás rencor, ánimo de venganza o revancha.

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