Mi propuesta para hoy es que nos
sintamos únicos e incomparables. En el fondo es lo que somos. Cada ser humano
es una pieza única, sin certificado de garantía, pero genuina e irrepetible.
Con defectos y virtudes. Con sus grandezas y sus miserias. Con sus lados
oscuros y con mil soles dispuestos a caldear los más gélidos inviernos.
Saquemos a pasear hoy a nuestro yo más castizo. Sin pudor, sin artificios ni imposturas. Sin que te importe nada lo que el resto del mundo opine.
La vida es hoy, ahora. Todo lo
que no hiciste o dijiste ayer ya es baldío y prehistórico.
¡Atrévete! Y si no te atreves, piénsalo al menos. Es el primer paso para dar el paso.
¡Yo hoy me siento divina! ¿Y
vosotros?
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