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martes, 1 de septiembre de 2015

LOS ANIMALES Y EL AMOR

Una de las cosas que más me gustan son los documentales de animalitos. ¡Y yo sí que los veo! No como otros....Me fascina el mundo animal y cuanto más lo conozco, mas convencida estoy de que entre ellos y nosotros, no hay tanta diferencia.

Leo un reportaje hace unas semanas sobre cómo se comportan en el amor: el cortejo, los inicios, la búsqueda de la pareja apropiada (que en algunas especies se convierte en una obsesión), los rituales, la elección según gustos o normas establecidas....y no se aleja mucho del comportamiento humano. También entre ellos existen especies monógamas, infieles por naturaleza, bisexuales, caníbales... En función de cada especie los hay que buscan a cuantas hembras se les pongan a tiro, los que se enamoran de forma pasajera, los que se emparejarán de por vida...

Estudios recientes revelan que hasta las hembras más fieles, "les ponen los cuernos". ¡Y ellos, ni se enteran !

El león, por ejemplo, se reta en duelo con un rival. Uno de los dos morirá y el vencedor será, a ojos de todas las leonas, el padre apropiado para sus hijos.
Los chimpancés prefieren hembras mayores y experimentadas, mientras que las comadrejas se decantan por las jovencitas.

La jirafa es bisexual. El macho no es territorial, ni celoso ni cuida de sus hijitos.
Para la hembra del pez Mandarín, el tamaño es lo que cuenta. Por lo que el macho de esta especie , para parecer más grande, ha desarrollado una aleta dorsal que se levanta como una vela.
Los pingüinos llegan a recorrer más de 120 Kms en busca de pareja. Son los más exigentes, pero cuando encuentran a la chica adecuada, sellarán un compromiso de por vida que solo separará la muerte.

La hembra del caballito de mar se asegura el compromiso del macho en el cuidado de sus crías inyectándole los huevos en una cavidad en la zona del vientre. Cuando los huevos eclosionan salen del padre.


Como veis, toda suerte de comportamientos se dan cita cuando la búsqueda de la media naranja está en juego. El amor nos transforma, para bien y para mal. Y es en ese punto cuando el mundo animal y el humano se confunden. Humanos que a veces se comportan como animales y animales, que en muchas ocasiones, reaccionan como humanos.

Y un único denominador común: el dichoso amor.




2 comentarios:

  1. Interesante recopilación.
    ¡Qué decepción la de la hembra del pez mandarín cuando descubra que sólo es una aleta!
    Los chimpancés, listos, como siempre.
    Y en cuanto a las hembras del caballito de mar....no des ideas, no vaya a ser que a los científicos les dé por investigar y logren algo...
    ¡Gracias Susana!
    TSS

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