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lunes, 23 de noviembre de 2015

CUATRO SITIOS CUQUIS EN MADRID PARA DESAYUNAR, TOMAR UN BRUNCH O UNA COPA.

OLIVIA TE CUIDA – CALLE SANTA TERESA, 8 - METRO ALONSO MARTÍNEZ

Olivia es el nombre de la protagonista de mi novela y a la vez el de este restaurante muy "sirenero".

Un local muy recomendable para ir con amigas y dejarse cuidar como su nombre indica. En él puedes desayunar, tomar un brunch o comer y todo de forma muy sana.

Decoración chic, con mesas corridas, muebles envejecidos, lámparas recuperadas de algún sitio y flores frescas que parece el salón de tu casa. Y es cierto, porque  frente al escaparate mucha gente se para para discernir qué tipo de local es. ¡Curioso!

Es pequeño y se llena con facilidad, por lo que es absolutamente necesario reservar.  Abre solo de lunes a viernes de 9 a 18 horas, otro dato a tener en cuenta.

Toda la comida es de origen orgánico, pero no es vegetariano.

Podemos comer el ceviche de lubina o la crema de mascarpone, que está deliciosa. Buñuelos de calabaza o el pollo en salsa de soja.

Y para los golosos la tartaleta de frutos rojos o el mousse de limón, perfectamente conseguidos.

Curiosidades:     
1.- Pide la pizzeta aunque no esté en la carta.
                               
2.- Elaboran ellos mismos sus propias mermeladas.
                          
3.- Encima de la mesa tiene dos tostadores con  aspecto vintage con temporizador, para los que quieran tostar su pan más o menos según los gustos.





  






PARÍS AVENUE – PLAZA DE SANTA BÁRBARA, 9 - METRO ALONSO MARTÍNEZ

Lo mejor de este  delicioso bistró son sus desayunos en un ambiente que respira aire francés por los cuatro costados. Su nombre, su comida, su decoración y hasta sus propietarios. ¡Tan deliciosamente francés !  Con vistas a la Plaza de Santa Bárbara, te recomiendo que te sientes en uno de sus taburetes al lado del ventanal. Y si quieres algo más de intimidad, entonces dentro es el lugar ideal.

Toda su pastelería está hecha por ellos mismos y sus croissants tienen fama de ser los mejores de todo Madrid. Yo no diría tanto, aunque buenos, están.

Pero es un lugar también para tomar un brunch, comer o merendar. Ideal para ir con amigos o con tu pareja. Y también es coctelería.

Os recomiendo las cazuelitas, perfectas para los que comemos poco.

Espicanas con garbanzos

Albóndigas en salsa de menta

Lágrimas de pollo con alioli de miel

Su paté de jabalí con pepinillos o una variedad de quesos franceses.

Un ambiente relajado y elegante, con un trato súper amable por parte del personal, lo cual se agradece mucho en estos tiempos.








ANTICAFÉ – CALLE UNIÓN, 2 - METRO ÓPERA

A Olivia, la prota de la novela le gusta mucho ir a la ópera y después tomar algo por los alrededores.

Y qué mejor que este lugar con una estética muy retro, sillones de piel y sillas rescatadas de antiguas peluquerías con un aire muy setentero.

No es un lugar muy convencional. Una carta muy amplia de cócteles que se renuevan cada tres o cuatro meses con productos de temporada. Con cada consumición te ponen un bol de palomitas o frutos secos. Y si no quieres alcohol, no pasa nada, porque Marto, su barman argentino, te prepara un mojito de piña o unos deliciosos batidos naturales.

Y aunque su nombre es Anticafé, no hay que dejarse llevar por las apariencias. Café e infusiones de los cinco continentes que te sirven con unas pastas deliciosas.

Dos plantas, una mesa de billar y una música que va cambiando según la hora y el ambientillo que se respire en el local y que abarca todos los géneros, pero no cae en lo comercial.

El horario es raro. Abren tarde, aunque nunca se sabe a qué hora. Lo mejor es ir a partir de las 19,00 y así lo encuentras abierto, seguro.

Los precios rondan los 2 euros el café y hasta 8 euros un cóctel.
Siempre hay exposiciones de artistas, porque su filosofía es ser parte integrante de la agenda cultural de la capital.










EL JARDÍN SECRETO – CALLE CONDE DUQUE, 2 - METRO PLAZA DE ESPAÑA

En este maravilloso local de cuento de hadas, me inspiré para situar la primera cita de Olivia y su amante, Mario. ¿Por qué?

Decoración de ensueño con lámparas de caracola, mesas antiguas luz tenue, un columpio y mesitas junto a los ventanales. Un sitio plagado de encanto y romanticismo, ideal para ir en pareja.

Una interminable lista de cafés, tés y tartas con nombres tan atrayentes como Café de las Hadas, El té Desierto Mágico o sus postres Amor al primer mordisco y Orgasmo bajo la lluvia.

Como veis, toda una tentación.

Dos curiosidades:
1.-No dejéis de probar su café con Peta-Zetas, una chuche que explota en la boca. Divertidísimo.
2.- Todos los muebles están a la venta.














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