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miércoles, 2 de marzo de 2016

EN DEFENSA DE NUESTRO IDIOMA

Hoy mi entrada la escribo en defensa de nuestro idioma, el ESPAÑOL. Tan rico, tan extenso, con una palabra concreta para cada cosa que quieras definir. Y mi pregunta es ¿por qué últimamente cada vez que leo artículos, reportajes, entradas o lo que sea, me encuentro con un montón de anglicismos contaminando mi lectura? 
Y lo peor de todo es que la gente se cree muy estupenda, muy en la onda, muy moderna por abarrotar de extranjerismos su escritura o su discurso verbal, sustituyendo palabras maravillosas que existen en nuestro idioma y convirtiéndolas en cadáveres miserablemente. Y consecuentemente, empobreciendo nuestra cultura.


Ahora vas a hacer running, vamos lo que toda la vida ha sido y es correr, ni más ni menos. Hacer una comida campestre se llama picnic y dar un discurso se convierte en un speech.
Lo que toda la vida de Dios ha sido una magdalena ahora lo llaman muffin, por obra y gracia de algún idiota que piensa que las palabras bollo o magdalena tienen menos estilo.

Si hablamos de moda la historia se complica hasta límites insospechados. Palabras que la mayoría de la gente no entiende si no se mueve en ese sector. Innecesarias desde todo punto, teniendo en cuenta que el idioma español es tan rico como para tener quince palabras que definan lo mismo frente a un solo término en inglés.
Términos utilizados por pedantes, lechuguinos, modernillos de pacotilla, pisaverdes, "modeluquis" y famosillas de tres al cuarto metidas a blogueras que piensan que El Quijote es una marca de salchichón y cuya dedicación a la lectura se limita, en general y con suerte, a leer el prospecto del ansiolítico que les haya recetado el médico.
Aspirantes a célebres, tramontanos que se creen mejores o más importantes por utilizar outfit en vez de fondo de armario o chic en lugar de elegante, saturando de neologismos y extranjerismos sus artículos.

Sin ir más lejos hace poco leía uno (y estamos hablando de prensa española) no muy largo, en el que figuraban todas estas palabras que os detallo a continuación:
Ladylike, Trendy, Itgirl, Animal print, Balconette, Cool, Chic, Denim, Outfit, Stilettos, Must have, Nude, Little Black Dress, Trench.

Habrá gente que ni lo lea y otros que, suponiendo que habiendo llegado a la mitad del artículo sigan manteniendo el interés, tendrán que consultar el diccionario de forma recurrente para no naufragar en ese océano de términos absurdos, forasteros, ajenos, prescindibles….cuando sería tan fácil como escribir su significado en nuestro bello idioma.

Por cada uno de estos términos, existen cientos distintos en español, cada uno con un matiz diferente dependiendo del contexto y el significado que le quieras otorgar.

Es nuestra obligación defender la riqueza de nuestro idioma, cada uno aportando su granito de arena desde su posición. El problema no radica en incorporar estas palabras extranjeras a nuestra vida cotidiana. Conocerlas y manejarlas, está bien.

No es lo que se dice, sino lo que se deja de decir, y con ello se condena al olvido.









3 comentarios:

  1. ¡Ay! Deja que me recupere del tronchazo de risa que me he pegado con el Quijote en barra de chorizo. Muy aguda has estado ahí, querida Su.

    Comentarte que esto de los anglicismos y otroslingüismos que nos florecen en la lengua, pues nos damos de “modernos” (de carcas más bien), no es nada nuevo para desgracia de nuestro rico léxico. Para empezar, nos creemos que usamos así un lenguaje moderno (aún utilizando términos hispanos más antiguos que las piedras (léase, chupa, talego, lagarto, etc.)); por otro lado, en siglos anteriores, como en el XIX, era también muy “in” introducir palabros extranjeros para hacer referencia a hechos o eventos para los que tenemos su renglón bien puesto en el diccionario de la RAE. Por ejemplo, uno de los que más se repetían por aquella es meeting, que ha venido a castellanizarse con mitin, y que no tiene nada que ver con los políticos, al contrario de lo que se creen muchos.

    Supongo que aquí “hacemos patria” burlándonos o ridiculizando lo que es “patria” que ni es un terruño entre fronteras, ni siquiera una idea nacionalista. Patria es nuestra lengua, la más rica del mundo, aquella por la que Shakespeare suspiraba en escribir (es que el colega hasta se inventó palabras, pues el inglés no da para mucho, como “clash”, que significa doce cosas diferentes). Lo único que está vivo durante siglos.

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  2. Qué bien escribes y describes. Y qué bien lees entre líneas sacando lo mejor de mi entrada. Siempre de acuerdo contigo, Javi. Gracias !!

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