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viernes, 2 de diciembre de 2016

MUJERES CON MAYÚSCULAS



MUJERES CON MAYÚSCULAS



Las mujeres que merecen la pena, nunca son fáciles de entender ni sencillas en su proceder.
Ese tipo de mujeres tienen aristas, esquinas, recovecos y  meandros. Soles y lunas.  Tinieblas, negruras  y albores.

Atesoran un pasado preñado de ilusiones traspapeladas, de catástrofes emocionales, de batallas libradas y de guerras perdidas. De sueños profanados y  anhelos logrados.

Sobradas de imaginación y delirios, exportadoras de pasiones y expertas en cultivar la esperanza, aunque las tormentas y las heladas jueguen en contra y casi siempre germinen derrotas.

Fuertes, solventes, divertidas, atrevidas y extremas. Decididas a todo si la causa merece la pena. Dispuestas a subirse en una nave espacial, en un unicornio o en una alfombra voladora.

Si te acomodas en su columpio, te empujará el candor de la niña que fue, te elevará la frescura de su adolescencia y alcanzarás a tocar el cielo con la rebeldía de la mujer en la que se ha convertido.
Dispuestas a equivocarse porque les da la gana y a amar prendiéndole fuego a todo.
Las mujeres que merecen la pena llevan determinación en la mirada, picardía en la sonrisa, intenciones en la piel y varios trucos en la manga.

Ellas te llevarán de paseo por las calderas de abismo un día y al siguiente, te transportarán al Edén en un delicioso seísmo de lujuria y placer.
Hoy tsunami y mañana quietud. Hoy agua brava y mañana mansa.

Perfecta dicotomía. Dulce o salvaje. Impetuosa o reflexiva. Pasional o serena. Moderada o excesiva. Pero en todos los casos, siempre en estado puro.





Colonizadoras de un infierno que convierten en Olimpo por pura supervivencia. Vendedoras de almas y almacenistas de desaciertos.

Aliadas de Lucifer o del Señor, según requieran las circunstancias. Amigas leales, soberbias amantes, sacrificadas madres, siempre contoneándose en la cuerda floja entre lo que se debe y lo que se quiere. Lanzarse con red o sin ella. Lo prohibido o lo aceptado. Siempre políticamente incorrectas. Todo al rojo o todo al negro. Sin términos medios.
Ese tipo de mujer es colosal, asombrosa y extraordinaria. Si es así, el camino  no será fácil.  Y si  es fácil, ella no será fascinante.

Vale la pena. No te rindas.

Y si se rinde, el que no merece la pena es él.




Derechos Reservados

4 comentarios:

  1. Así me siento, y así debe ser.
    Creo que hay mujeres geniales porque se crean ellas mismas, no se atan a nada ni a nadie. Son libres para elegir equivocarse. Luchan con uñas y dientes por conseguir sus objetivos. No se dejan manipular con promesas, y prefieren perder a esclavizarse.

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    1. Exacto, Celia. Yo creo que pertenecemos a ese grupo de mujeres. No hay más que vernos. Un beso y gracias por leerme.

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  2. Respuestas
    1. Y el que se quiera dar por aludido, que se dé. Jajajaja. Gracias, Paco. Por leer y comentar. Un beso.

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