MACARENA GARCÍA
Hay colores como el naranja,
amarillo o marrón chocolate de los que hay que huir por sistema.
En este caso, el tono entre naranja y caldero del vestido
firmado por PAULE KA no le hace ningún favor a esta actriz. Si le
añadimos el drapeado, el volumen y esa abertura lateral, convierte el diseño en
un modelo anticuado que sólo le echa años encima a esta guapa actriz. Ni
siquiera acierta con el tono de los zapatos ni con el peinado.
MARÍA LEÓN
Me ha sorprendido para mal. Muy mal. No es de mis preferidas
vistiendo, pero suele ser correcta. En esta ocasión simplemente es de película
de terror. Me da rabia decir que lleva un modelo de uno de mis diseñadores
favoritos, JUANJO OLIVA, pero nadie es perfecto y éste es un ejemplo claro.
Color blanco, con plumas, largo asimétrico y que nos
recuerda a un kimono. La guinda final son los complementos. Esas horripilantes
sandalias de diseño galáctico y los pendientes largos, por no mencionar el "no peinado", son todo un despropósito de
principio a fin.
ENMA SUÁREZ
La ganadora del premio a la mejor actriz de esta edición nunca se ha
distinguido por su elegancia, pero en esta gala se ha terminado de lucir. Su
estilismo quedará grabado en nuestras retinas.
Firmado por LORENZO CAPRILE, un diseñador que a veces me
gusta y a veces, no. Aquí no se salva nada. Ni el color (volvemos al imposible
naranja), la mezcla de tejidos, los adornos y el escote, que no la favorece, han convertido el vestido en un enemigo en vez de en un aliado. Por si fuera poco,
tampoco va peinada para la ocasión.
CRISTINA RODRÍGUEZ
La estilista del programa “Cámbiame” jamás figurará en lista
alguna de mujeres elegantes. Ella lo sabe y nosotros, también.
No me ha sorprendido, pues, su elección. El vestido, si
puede llamarse así, es una mezcla entre bañador y traje largo. Como si se hubiera
quedado sin presupuesto y hubiese tenido que hacer un apaño de última hora. El
modelo, firmado por EMILIO SALINAS es sencillamente, horroroso. Demasiado escote,
brillos, una descomunal flor en el
hombro…Y ese moño por peinado terminan por completar una imagen absolutamente
grotesca.
CANDELA PEÑA
Un traje pantalón en rosa pastel firmado por JUAN PEDRO
LÓPEZ. Con largo tobillero y solapas en brillos dorados, muy poco favorecedor e
impropio de la una gala de este calibre. La altura excesiva de los tacones no
contribuye en nada a crear una postura elegante. El maquillaje, los pendientes
largos ( por favor, jamás) y el pelo terminan por hacernos pensar si le habrá
asesorado su peor enemigo.
NATALIA SÁNCHEZ
El vestido que lucía era espectacular. Muy femenino y exquisito
si no fuera por…el escote. Consigue convertir un elegantísimo modelo en el
colmo de la vulgaridad. Con tan sólo enseñar un poco menos, hubiera sido de las
más elegantes de la noche. Lástima.
MACARENA GOMEZ
Vuelve a estar en mi lista de las peores vestidas un año
más. Esta chica siempre peca de exceso. Habría que explicarle lo de “menos es
más”, un concepto sencillo y fácil de entender.
Pero no. Se decantó por este modelo de ALBERTA FERRETTI con
volantes, brillos, encajes, transparencias, pedrería…¡y porque no había más! El
acabose, vamos. Ni poniendo más intención lo hubiera hecho peor.
RUTH GABRIEL
Este vestido túnica en color nude con corte medieval me parece muy apropiado para acudir a una
fiesta de disfraces, pero no a la gala de los Goya. El peinado y, de nuevo, los
horribles pendientes largos, terminan por completar uno de los peores estilismos
de la noche.
NATALIA DE MOLINA
No, bonita. No se puede ir a la gala de los Goya con un
camisón por mucho que lo firme STELLA McCARTNEY. Y poco más que añadir.
AITANA SÁNCHEZ-GIJÓN
Una mujer guapísima que consigue pasar a mi listado de la
peores vestidas con este imposible modelo firmado por BASALDÚA en satén
plateado que le echa 10 años encima y cuya figura se pierde, literalmente,
dentro del volumen del vestido. Anticuada hasta decir basta.
Un insulto para la vista y el gusto, el de estas actrices y sus diseñadores.
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